La fidelidad de tus empleados
Ya tengo que contratar otra secretaria, la última no duró un año… ¿Qué
puedo hacer para que mis empleados estén contentos con su trabajo y den el cien
por ciento de su capacidad? ¿Puedo crear lealtad con algo distinto a solo entregar
dinero? Estas son solo dos de las cuestiones que se plantean los gerentes y
propietarios de empresas ante el molesto y costoso proceso de sustitución de
personal, por la deserción del personal.
Los incentivos incrementan la productividad de los miembros de la
organización, puesto que logran que los empleados hagan su mejor esfuerzo para
ser productivos y permanecer en la organización, entiéndase bien, permanecer, que va más allá de
percibir una remuneración o un bono.
La pregunta primordial, es ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? Y la
respuesta es: … solamente la que usted mismo conoce y quizá no termina de
aceptar. Existen múltiples razones por las que una persona elige cambiar su
lugar de trabajo o simplemente renunciar a éste y buscar otra cosa, así como
existen múltiples acciones que generan esas decisiones; –“ pero si aquí lo
tenía todo”– dirá el jefe, seguro de haber hecho siempre lo adecuado. Pero ese
todo engloba muchas cosas, cada individuo es un coctel de saberes,
experiencias, emociones y sentimientos, saborizado con un carácter definido y
mezclado con necesidades específicas y muy particulares, entonces para mantener
a gusto a un grupo en un mismo lugar es imposible dar a todos el mismo trato,
pero, ¿Cómo puedo hacer que mis empleados se sientan atendidos y contentos de
manera individualizada? Eso es difícil, pero no imposible, para ello están los
incentivos laborales.
Los incentivos permiten mantener a los mejores trabajadores y atraer
otros con talento, son el motivo por el que los mejores miembros de la
organización deciden permanecer en ella. Creando una imagen de bienestar que
otras personas en la comunidad notarán y elegirán tu organización como el lugar
deseado para trabajar.

Los incentivos monetarios son por excelencia lo primero que viene a la
mente a la hora de querer crear lealtad, y si bien es muy deseable percibir
dinero por un trabajo bien hecho, esto, mal llevado, también puede crear
rivalidades y clima hostil en la oficina, haciendo de una competencia sana y
deseada degenere en atrasos a la hora de cumplir los objetivos comunes, al ser
sustituidos por los individuales.
Pasando inevitablemente por la cordialidad, el respeto y la
consideración que toda persona merece y espera, existen muchas cosas que un
buen gerente puede hacer para incentivar y mantener contento y dispuesto a su
personal, entre ellas, apunte estas ideas:
Reconocer los
méritos: Es
una excelente forma de valorar su trabajo, lo que implica felicitarles cuando
alcancen los objetivos establecidos, agradecer su valiosa aportación a la
empresa, pedirles consejo en algunas cuestiones para demostrar que valoramos
sus conocimientos.
Horarios
flexibles: Cuando
se tiene claro el compromiso y la necesidad de un sueldo no es lo que sujeta a
una persona a su puesto, lo ideal es trabajar de acuerdo a metas y resultados,
más que a horarios estrictos.
Viajes: la entrega de boletos como
premio a una labor bien realizada, puede significar incluso un desembolso
financiero inferior al de un bono.
Tiempo libre: otorgar horas e incluso días
para la recreación y el descanso como compensación a un buen trabajo, es una
forma humana de ganarse la lealtad de las personas.
Regalos: El colaborador gana una
cierta cantidad de puntos por tareas específicas, los que luego puede canjear
para comprar objetos.
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Las oficinas de Google fusionan trabajo y ocio para incrementar la creatividad |
Play in the
office (Jugar en la Oficina): Incluir elementos de ocio dentro de la oficina, como
futbolines o cualquier otra solución que ayude a desconectar un poco y coger
energía, es una opción comprobada y con excelentes resultados en países desarrollados.
Formación: El hecho de que la propia
compañía incentive a sus empleados a formarse adecuadamente es algo que aporta valor
al trabajador y su labor, amén de ser retribuida directamente a la empresa
En este último aspecto, la Escuela de Negocios SIGMA, es defensora de la idea
de que una empresa debe acoger entre sus políticas, el mantener capacitado y
actualizado a su personal colaborador, esto además de incentivar el compromiso,
otorga valor agregado a la calidad de la organización, el incentivo que más
permanece es la educación.
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